Una pieza hecha de tierra y luz (2022)

Una proyección de un ombligo de mar, una imagen tomada en Moraira, navegando, en septiembre de 2022.

200 ombligos hechos en loza de Manises, barnizados de azul cobalto.

Sacados de un molde de mi ombligo y vaciados, uno a uno, modelando la superficie de las olas, calibrando y equilibrando masa, forma y contenido.

Una duna de ombligos de cerámica como islas de agua, pedazos de mar, horizontes que limitan el mundo, frontera de la idea de planeta.

Ombligos que funcionan como punto de referencia.

El ombligo en el cuerpo, la luna en el cielo, siempre el centro del universo.

La realidad de pertenecer a un lugar y a una cultura. 

La conciencia del límite y de la otredad.

…En el centro de toda lejanía se encuentra esta tierra, quiérela pues…

Poco a poco la mirada se dirige al propio cuerpo, “como signo cerrado que aglutina y concentra los significados. Cuerpo de mujer como objeto de arte, como objeto de deseo, objeto como sujeto del espejo. Estos cuerpos, lugares, paisajes, imágenes, reflejos, son dispositivos formales que nos harán entender la batalla por la igualdad desde existencias vivídas y sentidas en cuerpo de mujer”.